DeLorean

Hay un DeLorean con un cartel de principiante
en la puerta de mi casa.
Está muy tranquilo y es un día festivo,
seguro todo el mundo duerme.
El gris acompaña y los ritmos no importan
estaré sepultado por la ironía de la distancia.

No es lo único que puedo hacer.
Puedo venderme y dejarme llevar.
Por los años perdidos,
el tiempo olvidado
y los momentos que fueron llanto.

Volaremos por los campos antes de privatizar
y las calles de tierra cerca de las vias del tren.
Dormiremos en el pastizal,
rodeados de hojas secas del sauce llorón.

Es que hay un DeLorean en la puerta de mi casa
a punto de despegar.
En el viaje los pasados paralelos
con las cosas que hice mal
ya no existirán nunca más.
Voy a volar por las orillas del mar
donde habitan los recuerdos para desterrar.

Hay un DeLorean estacionado en la puerta de mi casa
mis amigos me dicen que es un Renault Fuego gris,
no les voy a creer, si yo lo vi volar.
Estoy dispuesto a confiar en mí alguna vez.
Otra vez.
Voy a viajar para ver mi abuelo asar,
correr tras la pelota sin un porqué,
tomar agua bajo el sol
y esperar el verano joven.
Otra vez.

Puedo poner la fecha que yo quiera.
Puedo viajar a ver los dinosaurios o ir al futuro apocalíptico de mis días.
Puedo planear intentar resolver un misterio
y seguir intentándolo mil veces.

Hay un DeLorean en la puerta de mi casa
con un cartel de principiante.
Nadie nace sabiendo nada.
Todos viven sabiendo poco.
Algunos mueren sabiendo mucho.
Transformar la basura en energía
es una buena forma de solución.

Los rayos no me alcanzarán,
mas allá de sus 1.21 giga watts.
Quiero volar todo lo que pueda volar,
a través del tiempo voy a viajar
y la eternidad no me detendrá.
Ya no.

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