Cascarudos


Las almas están muertas y en el fondo hay un reloj,
que ya no anda más.
El tiempo se frenó cuando los cascarudos se cayeron del farol.
La noche esta empañada por suspiros frente al vidrio,
que marca la partida, que transpira el adiós.

Te dejo la sangre, de un poeta fracasado,
viviendo equivocado, luchando con las sombras
que vinieron a buscarme.
El aire esta podrido y maldigo a un amigo,
que nunca mas volvió, que nunca existió.

Existen esas nubes que anuncian un final,
con un fallido temporal
y algo de veneno en la cabeza
que me ayude a sobrevivir del recuerdo.
El corazón esta roto y ya no está en el pecho.

La densidad de no volverte a reír,
guardar en los cajones las balas que sobraron,
ruleta del azar, viejo llanto sin piedad.
La sangre del viejo ser que ya no está más.

Lo nuevo de mentiras, 
los cambios de ficticia soledad,
y será que la vida es más difícil 
cuando ya no queda nada de vos,
que mañana está el pasado 
y en el pasado está el amor.
Que los nombres están viejos, 
desprolijos como Rubén
Será que ahora sí ya te perdiste en el bar.

De repente se hace presente, los consejos tan latentes,
en mi mente se hacen fuerte, el olor a estar ausente
para la salvación de cada rincón de mis neuronas.
Y los clavos que me voy a sacar,
serán los abrazos que nunca te pude dar.

La gente que no avisa de los extraños a la deriva,
todavía sin dormir por que hace largo rato estoy con los ojos abiertos.
Solo espero estar frente al lago y pensar.
Pensar en Rubén.


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