Es un buen día para sufrir

Descubrí tantas marcas que alguna tuvo que quedar
hoy no me extraña que el viento me vuelva arrastrar
descubrí un mundo de posibilidades
que algunas tuve que descartar.
Miré tantas veces el despertar sin la compañía del sol
es bueno saber que todavía hay sobrevivientes.
Sentí la necesidad de esperar
y las horas se empezaron a estancar,
que desolación
sentir el tacto en la imaginación.
Hablé con extraños para conocerme,
en un futuro prometo cambiar.
Es un buen día para vivir sufriendo
y hoy sufro en silencio.
Acusaciones del mundo exterior,
ya no estarán
asomándose por la ventana.
Vas a volar, en una forma literal.
Vas a saltar sobre mi cabeza.
Ya no hay largas esperanzas en el pobre y loco corazón.
Un agujero como la capa de ozono
como la capa de ozono.
Nadie me ve, es un buen día para sufrir.
Las horas vacías,
las viejas avenidas,
se vuelve tediosa, la vida en armonía.
La cama tranquila,
los días de relleno,
escapan las voces,
rodeado en tanta calma,
ausente la gente,
los autos brillantes.
En estas manzanas, el humo nos descubre.
La casa de comidas,
el frío en las bufandas.