¿Qué hay de nuevo Nico?

Gente burlándose del sufrimiento, discursos vacíos y miedos reciclados volviendo del olvido. Adjetivos agresivos tapando proyectos, pastores de moda rebalsados en palabras, llenando promesas que disfrazan operaciones perversas. Hay mucha ceguera entre tanto caníbal que espera al acecho. Algunos se olvidan que no nacen en cunas de oro y ruegan un cambio porque algo hay que decir, el complejo de pobreza logra tener un colmo y la queja por los planes a los "negros" de las mentes en blanco. Hay incertidumbres en las calles, planteos internos y yo no me puedo dormir.
Será que este tiempo se consume en propuestas de oraciones divinas y escupitajos hacia arriba bajo el suspenso de pegarse uno mismo. 

Máscaras en otoño

Creo que ya es hora de cerrar el adiós, de dejar el amor, latente como siempre. 
Mirá las promesas que se van en el hoy, son las de ayer, son de algún tiempo también. 
El aire fresco desde las cascadas alivia el recuerdo que dejaron las caras partidas al medio.
Las cosas que no vuelven son las que nunca estuvieron, que se reventaron en el puente sin aire que me separa de vos. 
Todas las condiciones que dejamos de lado, se ignoraron en lo temperamental. 
Levantar la cabeza es secarse las lágrimas y correr herido como los caballos entre las piedras. 
No busques tu disfraz de extraña, te alcanza con las máscaras de otoño que transforman sonrisas de meses en vano. 
Mañana todo mejora, ya lo sabemos, lo que queda es un intervalo de duda pero de aceptación. 
Pensamos y actuamos de la manera en que las montañas ya lo sabían con anticipación, de caer y rodar.
Llegar todo golpeado a la palabra final, de los actos sin piedad, la pared que no encontrás, que decide una vez más, que a lo mejor es lo mejor, que no mira atrás y se resuelve en un estado de saber porque no estabas cuando estabas, porqué buscaba lo que no había, los años de la vida se resumen en donde vos no exististe nunca, nunca en la puta tempestad. 

Creo que ya es hora de dejar los motivos, darle paso al olvido y creerle al destino.
Como kamikazes heridos que siguen latiendo a pesar de estrellarse. 
Las persianas hace meses que no se abren, el candado busca cerrarse y a qué esta noche me mirás a través de los sueños.
Siento el río como un ser que recorre la trasparencia en las venas y limpia lo complicado de tu simplicidad.
En este otoño a lo Bernardo Perrone, dibujo las máscaras que te vas a poner en la alegría de la ironía, en la gracia de la soberbia, en el orgullo transformado en razón. 
Solo queda marcar los días de lo que sigue en la vida, lo que sigue en la tuya y hacer simbólica la muerte de tus verticales.
Creo que ya es hora de cerrar el adiós, que lo que se dijo no es el pensamiento, que la realidad se viste de la manera que quieras para que la pases bien. En la almohada vas a saber la distancia de ser y es. 
Así pasan los truenos en fiestas y reuniones amagando la tormenta imposible de la desolación. 
Son las horas de reír. 

Trochilidae

Qué hace un picaflor en el balcón, qué hace está volando hacia atrás.
Terribles los días en que amaga y vuelve aleteando hacia atrás.
Desnuda la nostalgia cuando no estás.
Qué hace un picaflor sin escapar, encierro en los hogares sin prender.
Qué hace un picaflor en el jardín, donde las historias son incógnitas.

Donde lo que fue, lo que es y lo que será, enloquecerá.
Y va volando como todos nosotros pero es más sabio.

Tiene el poder de los viejos del bar,
pañuelos de tela esperando en sus bolsillos,
hoy está en este balcón.
Qué hace un picaflor cuando no puede volar,
qué busca en las madrugadas de insomnio,
qué hace un picaflor mirando el ventanal.
Girando, buscando dónde picar.
Está atento a las maniobras y a las mariposas.
No entiende pero lo intenta,
no pierde las esperanzas, algo va a encontrar.

Seguramente viene de Empalme por las vías del tren,
seguramente esta pensando sobrevivir al amanecer,
seguramente es un picaflor, divertido y atrevido,
pesimista y perseguido, mal hablado y elegante,
sencillo y contagioso, inocente y delincuente.




                                                                 
                               

Nombres de varones

Armando que logró ser buen albañil, vive cerca de lo de Angel que es tan bueno y solidario. Benigno intentó hacer el bien aunque también engaño a Cornelio con su mujer. Eric pelo rubio y buen mozo, se divierte cuando Félix se hace el gato con las minas. Garcilaso alto nombre y acá no digo nada. Heriberto es el gran Beto que jamás dijo su nombre, Israel invasivo, mentiroso, marioneta de los grandes, nunca está de acuerdo por la decisiones equilibradas de Justo. De lengua larga y cargoso esta Lamberto, con su padre el plomero viejo y conocido Mario. Este sí es, este Noé, el que venga o el que se fue tiene que ser, el que no pone las cosas en su lugar y revuelve todo sin preguntar es Zacarías.
También está, el que se fue sin avisar, ese se llama Wilson. En las selvas misioneras vive Yago acompañado por Silvestre. Enamorado todos los días del año, nacido en febrero esta Valentín. Roque no entra nunca en razón, tal vez lo ablande el dulce de Rafael. Atahualpa fanático del folklore, parece tan a propósito como este texto que escribe Nicolás al que siempre le gusta volver a los 90. Todos los días deprimidos de Tristán, todos los fondos blancos que hizo Tomás, todas las pelotas que pincho Acacio. 
Aníbal ya nació con cara de viejo, Arturo es el rey de su grupo de amigos, Oliver el enganche de su equipo. A Rómulo cuando perdió el remo lo rescató Salvador, a María cuando le preguntan el nombre siempre aclara que es varón, Oscar es fanatico de Hollywood y que viento que esta entrando, cierren la puerta, no, mejor Abraham la puerta. Aquiles le pega de taco y le encanta comer las pastas que cocina Giacomo. Ignacio es el único mexicano que odia los nachos y a Luca le sobran novecientos noventa y nueve del peso. Milton esta obligado a tener rastas, Saturnino vive en una nube de pedos y Segundo es alérgico a las cebollitas.
 Mientras que Gonzalo y Marcelo... se conocen y se saludan.

Cabalgatas


Después de ver el sol brillar, la mesada ha dejado de transpirar, hay una nueva oferta en el local de los sueños del enano. Mi demanda es bucal y no importa lo detestable de las palabras mal dichas con rencor. Mi pensamiento es una nube que se cruza en un rayo, capacidad represora en la saliva del placer. Cada cual con su alien en su forraje de cuerina, hay mucho látex y humanidad expectante. Los marfiles apuntan a los agujeros débiles, maltratados por el pelo estupefacto. Que tirana es la capital, amarillista la prensa de la fachada.
Voy a dormir para ver los caníbales gritar, aerosoles volando sobre el mundo, pintando lo gris, es uno de esos días en que me siento brillante. No hay más sangre en la corona del señor, los pinos verdes acomodan los nidos florecidos de aves salvajes.
En salmuera quedan los órganos que me tiraste por la reivindicación, devolver el corazón así  florece el amor en las sombras de la tempestad. Es difícil acoplarse a las almas con veneno del doctor.
Y las persianas mercenarias y rotas no preguntan la hora de abrirse, cualquier segundo, cualquier desperdicio quedará sepultado por el corte de pelo de alguien muy pop. El techo tapando el espesor del cielo, vomité consciente el nuevo salpicón que trajo colores del asco perdido de la sociedad extraviada. Una calesita no para de girar y  la caída es el mareo universal como un efecto mariposa. 
Perdimos lo que podíamos ganar pero el juego con fuego no deja de sangrar.Habrá que llorar para despertar atención. Cabalgatas de fuego, de aire y mar.No es necesaria la ambigüedad del disfraz si con tantas caretas dando vueltas no descubren quien soy.

Conversando con La Angustia

Era un día como todos los demás, repitiendo –o manteniendo- la cárcel de mi rutina. De a ratos me movía y emprendía el oficio de maquillar un par de ilusiones, expectativas y deseos… cosas que toda persona hace. En algunas de ellas me detuve más que en otras: un poco por cariño, un poco por necesidad, en otras, quizás por nostalgia. El inconveniente de esta actividad radica en que si nos detenemos mucho sobre una de aquellas representaciones: limpiándolas, adornándolas, embelleciéndolas, a la vez, es como si estuviéramos cargando un revolver o preparando nuestro propio patíbulo.

Y así fue. No recuerdo bien en que época comencé el oficio de maquillador de ilusiones, pero desde ese día comencé a relacionarme con una entidad extremadamente poco grata para cualquier ser viviente creo yo. No digo que le haya abierto la puerta de ‘mi jardín’ e invitarla a pasar, más bien creo que fue todo lo contrario, algo así como una invasión de propiedad; y, desde ese momento, me ‘visitó’ y ‘visita’ bastante seguido. El problema es que aparece sin aviso, se queda por largos períodos de tiempo, desequilibra mi espacio, es molesta, etc. etc. Aunque debo reconocer que en algunos momentos llegué a comprenderla y, en ciertos aspectos, hasta quererla.

Les estoy hablando de la Angustia, eso difícil de explicar que cuando a uno le arremete…


-Hola!! ¿Qué hacías?

-¡Qué coincidencia! Justo estaba razonando sobre vos.

-¿Ah si? ¡Me siento halagada! ¿Qué era? ¿Un homenaje?

-Mm... Algo así.

-A ver… ¿Puedo mirar?

-¡No! ¡Dejá de entrometerte!

-Bueeeenooo, relajate. Tampoco es para tanto. ¿Querés que me vaya?

-Si, por favor. ¡Desaparecé! ¡Borrate!

-Bueno, entonces me quedo.

-Sabía que no te ibas a ir -suspiro profundo-, no hay caso con vos.

-Tranquilizate un poco, te vas a enfermar. Aparte ¿Qué te hice yo a vos?

-Con tu presencia alcanza y sobra. Yo nunca te llame ni te busqué, y vos como si nada tuviste el descaro de venir un día y pareciera que lo hiciste para quedarte. Antes tenía una vida bastante serena, tranquila y controlada. Desde el primer día que te ví todo eso se fue diluyendo con el tiempo.

-¡Ah! ¿No me buscaste? ¿No te acordás de la primera vez que empezaste a soñar despierto? ¿O cuando empezaste a incurrir en el mundo de las emociones, sensaciones y los deseos? ¿Y qué hay de cuando empezaste a desafiar preceptos, realidades o seguir tus propias convicciones? ¿Qué hay del amor? Tal vez no te acordás, eras muy pequeño. Yo no te voy a decir mi edad, pero bastante tiempo tengo recorriendo estos lugares como para saber cómo manejarme y detectar cuando hay un llamado hacia mí; y vos, sí vos, me empezaste a llamar desde hace mucho tiempo pero el pedido fué tan claro que lo recuerdo como si fuera ayer.

-Tal vez tenés un poco de razón. Tal vez te llamé, sí. Pero no fue mi intención hacerlo…

-Me llamaste en fin…

-¡Pará! ¡Dejame terminar! No vés que sos odiosa. Supongo que sí, te llamé. Pero yo no sabía de tu existencia. Admito que de haberlo sabido, nunca lo hubiera hecho.

-¡¿Ah no?!

-No. Decime ¿Para que te necesité yo? ¿Qué me diste que yo necesitara? Todo lo que sé de vos me deja siempre un mal gusto en el alma. Aparecés en muchos momentos de mi vida en que estoy en plena dicha, arruinás todos mis planes y me destruís con cada manifestación tuya. Cuando estás acá no puedo estar tranquilo: el pecho se me angosta, la garganta se me anuda al punto de apenas poder respirar, mi energía vital se desvanece como si estuviera siendo derramada por las venas abiertas de mi espíritu, me alejo de la realidad quedando en un estado muy similar a un catatonismo profundo, ideas de dolor, empobrecimiento de mi persona y autohostigamiento es la moneda corriente de mis pensamientos en esos momentos. Quedo postrado como una marioneta sin que alguien le de algún movimiento a su alma. Empiezo a sentir que todo es una mierda y que nada tiene sentido.
En los momentos que vos no estás esto no me pasa. Puedo hacer cosas todo el tiempo y dedicarme a lo que realmente me gusta. No tengo preocupaciones y yo tengo el control sobre mis cosas.

-Bueno, parece que querés hablar enserio. Vamos a sincerarnos entonces.

-…

-“¿Para qué te necesito?” me preguntás. Miremos un poco más detenidamente. ¿Alguna vez te preguntaste cuándo te angustiás?

-Hmm, supongo que no.

-No supongas, tratá de ver. Yo te puedo dar un panorama de lo que sos vos cuando “no tenés preocupaciones y tenés el control”. En esos momentos, realmente no te manejas con tantas certezas y seguridades, más bien es casi todo lo opuesto. No sabés lo que querés o que buscás todo el tiempo. De a momentos vivís con dudas y temores y vos mismo te estancas en muchas situaciones. Cuando presentís que voy a venir, o sentís cerca mi presencia, tratás de hacer cualquier cosa para poder evitar hacer contacto conmigo (o con vos mismo en realidad); y así volvés a ‘tener el control’ por un rato. Una vez que lográs poder escucharte sobre lo que realmente deseás, por algún motivo, la duda o el temor aparecen. ¡Ahhh! ¡Pero a ellas no les decís nada! Porque de algún modo esas hermanas te saben controlar con sus ‘encantos’. Aun así, te terminas aferrando a ellas y así entrás en tu propio circulo vicioso retroalimentando tus ilusiones, fantasías y temores: uno de los peores laberintos que el ser humano se creó para sí mismo. Porque lo peor de todo es que ese círculo vicioso se amplía tanto que, llegado a un punto, se vuelve el mundo propio de cada uno; y vos, no estás exento en este caso. Es por eso que mucha gente me evita e ignora distrayéndose en actividades triviales creyendo que así sortean el problema y así viven en mundos imaginarios y fantaseados que no los dejan ver por donde pisan y caminan, como alguien con un tabique en los ojos hasta que por ahí se chocan contra una pared. Es por eso que evitan estar sin tener algo que hacer, porque más allá del aburrimiento que esto puede generarles este estado es condición para conectarse con sí mismos y esto es algo que gran parte de las personas no logran soportar.

-Si. Puede que tengas razón en eso. Pero hasta ahí vos no tenés lugar alguno, y solo me refregás cosas en la cara. Yo lo que puedo ver y sentir con tu presencia es dolor, un dolor y tristeza tan intensos que pareciera que el soplo más leve me conduciría a la muerte. Incluso en más de una ocasión la he deseado y… a ella sí que la he llamado. ¿Por qué venís? ¿Por qué, si me hiere tanto, te apegás a mi vida y no me dejás en paz de una vez por todas? ¿Qué hice yo para merecerte? ¿Acaso es una condena que tengo que llevarte conmigo durante toda la vida?

-Hay algo en común entre tu “llamado” hacia mí y mi presencia en “tu jardín”, como vos decís. Las dos cosas se homologan en que a ninguna de las dos nunca las pudiste registrar en todo su esplendor. Es cierto que notas mi presencia en tu cuerpo, ideas y sensaciones pero no podés vislumbrar realmente el alcance o la conveniencia de tenerme ahí. Dejame que te lo explique de este modo: yo he compartido grandes momentos de tu vida. He estado ahí cuando menos me deseaste. Hemos visto juntos el fin de muchas cosas pero el inicio, o al menos, lo que pudo ser el inicio de tantas otras. Aunque la verdad es que, de esto último, yo ya no estaba ahí cuando emprendías dicha tarea. Yo soy tu desgracia, yo soy tu peor pesadilla, yo soy lo que te retrae y aleja de la realidad como vos decís. ¡Yo tengo que ser tu dolor más grande! Yo soy tu dolor de muelas en tu espíritu, yo estoy, estuve y estaré cuando menos me quieras… pero ¿Sabés qué? ¡Yo soy tu verdadera ayuda!

-Estoy confundido ¿Cómo me ayudás o ayudaste vos a mi?

-No te culpo, no sos el único que no lo puede ver. El mundo está poblado de ciegos y, aunque por paradójico que suene, los que mejor pueden ver son personas no videntes –cosa que no los hace ciegos-. Lo que te trato de explicar es que yo soy lo más tangible en vos. De todos tus sentimientos, de todas tus ilusiones, deseos, esperanzas, temores, fantasías y sueños, de todos ellos, Yo… ¡Yo soy lo más real que existe en tu interior! De tus deseos y esperanzas no siempre estás seguro; de tus miedos y temores no siempre sos conciente y pueden pasar desapercibidos; pero de mi presencia nunca te pudiste escapar. No hay manera de escaparte porque ya me conoces y sé como hacer notar mi presencia. Tampoco me podés obviar ni mucho menos. Por eso necesito atravesarte como una espada al rojo vivo, necesito que me veas y me escuches; no por simple capricho, sino porque te estoy mostrando algo. Algo de vos, algo tan nítido y claro que se conecta hasta lo más profundo de tu ser. Yo soy esa realidad insoportable. Yo soy lo que te va atormentar siempre, al menos hasta que me sepas escuchar y aprendamos a comunicarnos y convivir juntos. Vine para quedarme.

¿Por qué soy necesaria en vos? ¿Por qué me necesitas? Porque, como dicen: “La angustia es el precio que tenés que pagar por ser uno mismo”. Recuerdo cuando una vez estabas teniendo una charla con un amigo y estabas triste, abrumado y confundido. Él te explicaba que hay cosas dolorosas en la vida y, que a veces, son muy difíciles de superar. Luego te confesó honestamente que a él le resultaban inaguantables la mayoría de los Domingos, y vos muy ofuscado le respondiste: Lo que vos padeces los fines de semanas, particularmente los domingos, yo lo padezco casi todos los días”. Esta viñeta tuya me sirve para decirte que: Yo soy tu razón de ser cuando en tu mundo de sentimientos y fantasías te perdés en vos mismo y la realidad exterior. Yo estoy acá para mostrarte hacia dónde querés ir o hacia dónde no. Yo soy un mensaje que emana de lo más íntimo y profundo de tu alma que trata de ubicarte cuando te perdés allá afuera en el mundo, o en tu interior. El problema con la mayoría de la gente es que no puede escucharme. Algunos tan solo no quieren hacerlo, otros, no están preparados del todo. Sin embargo, cuando alguien me llama yo acudo sin vacilar, es mi deber y no importa la edad o condición de la persona, si me llaman, es porque de algún modo me necesitan; y vos, sos alguien que me llamó y llama a gritos.

-Creo ir entendiendo. Tiene sentido al ver las cosas de ese modo, aunque poder captarlas realmente como son y operar a partir de ello es muy difícil. Más allá de todo esto yo me pregunto: ¿Por qué de ese modo? ¿Por qué ‘trabajás’ en silencio o de manera enigmática? ¿Por qué no se nos muestra la verdad de una manera más sencilla o asequible?

-Sólo te puedo decir esto: no lo sé. Mi trabajo consiste en manifestarme en ciertos momentos y de determinadas maneras. Así como no te puedo explicar por qué el hombre insiste en las guerras, mi función es ‘intraespiritual’ por así llamarla, y mi trabajo es alertar a las personas.

-¿“Mi trabajo”? ¿Existe algo o alguien que te exige hacer esto?

-Eso no te lo puedo responder. Cuando el entendimiento de los hombres alcanza ciertos límites, si se le intenta explicar algo por fuera de estos, el dominio de la razón se desvanece y aquellos son proclives a caer en la locura.



Esta fue la charla que tuve con esa entidad enigmática que es la Angustia. Antes de la plática, la imagen que yo tenia de ella, era despectiva y de rechazo. No se si logré entender del todo lo que me dijo aquella tarde, tal vez no lo quiero hacer realmente. Si a alguien que leyese esto alguna vez le ocurrió algo similar, aunque no me entere de manera directa, en cierta forma me voy alegrar. De algún modo el destino nos estará conectando y en ese punto vamos a estar compartiendo nuestra vivencia.

Supongo que después de todo no era tan mala en el fondo. Creo que el problema no es ella en sí misma, sino nuestra sordera ante ella. Y cuanto más sordos seamos, con más fuerza ella se parará ante nosotros hasta que caigamos del todo o para despertarnos y quitarnos la venda de los ojos.

Si algo aprendí de esto, es que la Angustia no nos miente. Tal vez, por ser honesta, es porque realmente nos duele.



De mi querido amigo Capocha

DeLorean

Hay un DeLorean con un cartel de principiante
en la puerta de mi casa.
Está muy tranquilo y es un día festivo,
seguro todo el mundo duerme.
El gris acompaña y los ritmos no importan
estaré sepultado por la ironía de la distancia.

No es lo único que puedo hacer.
Puedo venderme y dejarme llevar.
Por los años perdidos,
el tiempo olvidado
y los momentos que fueron llanto.

Volaremos por los campos antes de privatizar
y las calles de tierra cerca de las vias del tren.
Dormiremos en el pastizal,
rodeados de hojas secas del sauce llorón.

Es que hay un DeLorean en la puerta de mi casa
a punto de despegar.
En el viaje los pasados paralelos
con las cosas que hice mal
ya no existirán nunca más.
Voy a volar por las orillas del mar
donde habitan los recuerdos para desterrar.

Hay un DeLorean estacionado en la puerta de mi casa
mis amigos me dicen que es un Renault Fuego gris,
no les voy a creer, si yo lo vi volar.
Estoy dispuesto a confiar en mí alguna vez.
Otra vez.
Voy a viajar para ver mi abuelo asar,
correr tras la pelota sin un porqué,
tomar agua bajo el sol
y esperar el verano joven.
Otra vez.

Puedo poner la fecha que yo quiera.
Puedo viajar a ver los dinosaurios o ir al futuro apocalíptico de mis días.
Puedo planear intentar resolver un misterio
y seguir intentándolo mil veces.

Hay un DeLorean en la puerta de mi casa
con un cartel de principiante.
Nadie nace sabiendo nada.
Todos viven sabiendo poco.
Algunos mueren sabiendo mucho.
Transformar la basura en energía
es una buena forma de solución.

Los rayos no me alcanzarán,
mas allá de sus 1.21 giga watts.
Quiero volar todo lo que pueda volar,
a través del tiempo voy a viajar
y la eternidad no me detendrá.
Ya no.

#CONCHADETUMADRELANDIA

No, si yo no tengo gotitas no voy andar fumando y si no tengo levante no voy andar encarando. No, yo si no sé si voy a entrar, no voy a ir hasta la entrada. Para qué voy a andar jugando a la lotería si seguro no gano. No voy andar con tantas vueltas si, total, es al pedo. No, yo si hace frío me quedo en mi casa, mirá que voy a salir caminando. No, para qué me voy a bañar si mañana me voy a ensuciar. Mirá que voy a comprar dos si voy a usar uno solo. No, ¿para qué?, no no, es al pedo. 
Dale, andá vos, pibe, y encajale un sentimiento de amor a este pelotudo y decile que con esas intenciones nos quedamos todos en bolas y nos ponemos la pilcha vieja. Nadie va a soltar un aplauso. Decile que se quede tranquilo que con él no contamos nunca y, si alguna vez lo hicimos, fue sólo para comprar un par de ilusiones y vendérselas como promesas a estos incompetentes que se llenan la boca de mierda para escupirla a los que son más giles que ellos. Que se quede ahí donde está, a esta altura ya nos chupamos un huevo.
Decile, pibe, que nosotros ya no escribimos como antes, que estamos un poco mejor, que nos visitó el diablo hace rato y no podemos salir del reflejo que deja la eternidad de lo inmutable. Por suerte éramos jóvenes y sabíamos un poco menos lo que hacíamos. Decile que estamos avanzando de a poco pero vamos encontrando el camino perdido, que Germán nunca fue a la granja y Octavio superó lo de la madre. Andá vos, pibe, yo ya gasté demasiada pólvora en chimango y me quedé con el mío en la manopla. Ahora, que se haga coger a máquina.
Decile que acá los viejos optimistas andan regalando el pasado y que los únicos sueños que quedan son los pesimistas de los jóvenes vendidos. Ojo, que no te diga nada. Decile que no lo querés escuchar más, que te escuche él, que bastante tiempo al pedo tiene. La puta madre. Perdoname que sea boca sucia, pero la verdad es que ya estoy podrido.
Andá vos, pibe, andá que sabés hablar mejor que yo. Yo me caliento muy fácil. Contale que hicieron otra adaptación más de una obra de Victor Hugo en el cine, tan fanático que es de esas mierdas. Acá la vida pasa demasiado rápido. Los autos no vuelan pero las vacas sí, los radicales ya no se sabe qué mierda hacen y van a votar a Verón. Aclarale que él no es el único creativo, que el otro día en la rotonda de San Justo vi una verdulería que se llama “CarreFrut” y una pollajería llamada "Pimpollo". Sí, y que si quiere que vaya a una follajería y se haga follar. Por lo menos a nosotros nos queda la noche para romper y el día para armar, qué se viene a hacer.
Andá, pibe, metele todas las lindas palabras que quieras. Disfrazá la verdad con flores de girasoles, pero trata de que no sea un día nublado. Toda la verdad es esta mierda. Y que sí, decile que sí, que nosotros estamos equivocados, que nos equivocamos en creer en los cambios, que nos olvidamos de rotar y que somos de otro planeta. Decile que sí, que comerse seis alfajores Jorgito no es ser un adicto, que está todo bien con las pastillas de la madre, comentale eso que me dijiste vos de Huxley. 
Pibe, vos que tenés tacto y te sabés todas las canciones del momento, te vas a llevar bien. Pero decile esto que te dije, yo ya sé que no lo voy a ver más y si me quedo con todo esto se va a terminar hundiendo en el pozo ciego del silencio y las palabras quedarán sepultadas en el cementerio del rencor. Los días van a pasar como pasan, café, grasas, verduras, grasas, consumo tecnológico, fuerza de trabajo, capital, grasas, café, tabaco, golosinas, gente, gente, gente, gente, familia, grasas, consumo tecnológico, dialéctica, basura, deseos, sueños, libertad, sol, aire, frío, grasas, gente, gente, edificios, árboles, persianas, mierda, poco papel, escaleras, ascensores, grasas, verduras, carne, desnudos, mate, mate, mate, mañana, tarde, pasado, noche, música, libros, siesta, esta, preguntas, respuestas, dialéctica, verduras, frutas, mandarinas, vitamina c, muerte, vida, dormir, nada, todo, algo, nada, padre, madre, hermanos, todo, orina, movimientos, gorros, calles, veredas, verdades, mentiras, tautologías, retórica, teórica, práctica, probabilidades, golosinas, termo, cabeza.


Pibe, dejá, mejor no le digas nada.

Santos Inocentes

Y esta vida esta llena de promesas,
las que se cumplen y las que se dejan ir.
Los misterios revelados de la historia,
son como la noche en te que te vi partir.
El recuerdo de los santos inocentes,
la estrategia mas absurda del azar.
La humedad siempre presente
no me deja respirar.

El demonio paseando entre corbatas,
clandestino el pensamiento del amor,
si las estrellas están tapadas, 
la neblina te alejó de mí.

Y no hay consuelo en los nichos de ansiedad.
Las veredas me consumen sin piedad,

esta vida es una caja de municiones
que algún día puede explotar.
Los amigos se parecen al humor,
van y vienen todo el tiempo con razón.

Si a la noche te preguntas cómo estoy,
no lo dudes, quiero estar con vos.

Y las luces se revientan en mi cara,
el sonido más extraño del ardor.

Y esta rima tiene su propia melodía,
que pregunta si la música la creas vos.

Soy el tipo más desgraciado del planeta

Soy un judío en la Alemania Nazi
Soy la gacela mas carnosa para el leopardo apurado
Soy la carnada que fue robada por un pez de otras aguas
Soy una concha para Maradona
Soy un Kirchnerista en un barrio porteño
Soy un negro el siglo pasado y el anterior también
Seguro que a mí me toca, la mala suerte y mi vida van de la mano
Soy el que se muere primero en las películas de terror
Soy la bella durmiente esperando el príncipe que nunca llegó
Soy el ladrón que el policía encerró
Soy el surfista que un tiburón lo masticó
Soy el olvido más lejano de los seres humanos
tengo muy poca fe y un guerrero interior que abandonó
el corazón algún día va a reventar de tanta
y tanta mala sangre que hay por acá
Soy el sapo que no alcanzó a cruzar
el primer enfermo de un virus mortal
Soy la vieja que en el colectivo nadie deja sentar
Soy el cigarro desperdiciado por ser prendido al revés
Soy la planta que salió macho y nunca se fumó
Soy el barco que nunca su viaje completó
Soy la promesa jamás cumplida
Soy el blanco de una bala perdida
Soy el tipo más desgraciado del planeta

Las almas del titiretero



El viejo titiritero le había propuesto un enigma al hombre en el la única taberna del lugar.
Sabía que no tenía tiempo, que eran pocas las horas que le quedaban para seguir viviendo sino resolvía aquello propuesto por el arrogante anciano que divertía a todos en el bar que jamás cerraba y nunca se quedaba sin alcohol.
El titiritero que necesitaba un alma más para un personaje nuevo de su obra de teatro, propuso al hombre, este juego con la ilusión de que perdería y le dé la opción de arrebatarle la vida a lo que él mismo llamaba: “lacras de cantina”.
El enigma consistía en las siguientes palabras encubiertas: “Pedro es argentino y su mujer”, lo que había de descubrir aquel hombre era la nacionalidad de la mujer de Pedro, una vez realizado esto, comenzará a mezclar un juego de cartas españolas y diciendo en voz alta: 1, 2, 3 por cada carta que de vuelta, y así sucesivamente hasta quedarse sin cartas, ganará solo si al terminarse las cartas ni una sola vez coincidió el número que dijo con el número de la carta que dio vuelta.
Entre vasos y risas desconocidas por el furor ocasionado en la obra de los muñecos, el hombre comenzó a mirar detenidamente una hoja para resolver lo indicado por el viejo que observaba a sus alrededores y se reía entre una risa sobradora y desconsoladora. Toda la gente del lugar, extraños y conocidos, esperaban con altas dosis de ansiedad la acción a desarrollar por el desafiado.
El hombre que sin estar borracho daba el mismo aspecto que si lo estuviese, repetía una y otra vez en su cabeza la frase “Pedro es argentino y su mujer”, “y su mujer”, pensaba, “y su mujer” seguía repitiendo, sin ninguna probable respuesta por esas cosas increíbles que tiene el cerebro empezó a deletrear palabra por palabra en voz alta, el bar en silencio escuchaba: Pe, e, de, erre, o, e, ese, a, erre, ge, ene, te, i, ene, o, y griega, y griega; Y GRIEGA SU MUJER, grito tan fuerte y contento que hasta el cantinero del lugar se acercó a la mesa para ver que estaba ocurriendo.
La cara del anciano soberbio lo decía todo, estaba rojo, con una bronca que muy pocas veces había experimentado, durante diez minutos no dijo nada y solo una vez trago saliva, estaba perdiendo algo esencial para sus espectáculos, estaba dejando ir un alma humana.
Ocurrido esto, el geronte invitó al hombre a pasar a resolver la especie de solitario propuesto. El borracho no borracho o no se sabe, dio vuelta la primer carta cuando dijo: uno, y salió el rey de espadas, dijo: dos, y salió el tres de copas, dijo: tres y salió el cinco de bastos, así rápidamente bajo la misma fórmula llego a eliminar más de medio mazo hasta que al nombrar el uno salió el uno de oro.
Las personas del lugar desaparecieron, todo se transformó en un fondo negro y solo quedo la mesa, él y el titiritero que había cambiado la cara de furia por una más alegre. El hombre sabía que perdió, que eso mismo significaba entregarle la vida al perverso viejo, quería escaparse, salir corriendo pero algo lo ataba a la silla, una especie de fuerza súper natural o el mismo miedo. El viejo, lo miró serio, giró la cabeza y moviendo la mano invitó a sentarse a la mesa a sus muñecos, ahí estaban todos los personajes de la obra del titiritero, llenándose el vaso de vino, riéndose, mirando al hombre que había perdido, señalándolo, sobreactuando la primer victoria del hombre que creía que salvaría su vida, entre todo ese alboroto, el viejo titiritero miró al hombre y  le dijo: festejá, estos son tus nuevos compañeros.

El hombre se sintió vacío y sin piernas, el hombre ya estaba transformado en muñeco. 

Cuarto blanco

Las horas vacías en la puerta del sol,
abiertas de par en par
nos dejan desnudos y quemándonos.
Vagando y buscando la sombra
en la habitación.
Las paredes en blanco,
nos dejan extraños como ayer.
Sentirse profeta de la desolación.
Anticiparse a hechos que nos han de demoler.
Una y otra vez.
Serpientes con formas humanas hoy nos hacen mal,
raros conserjes de la libertad.
La soledad en las sabanas que no visitas.
Somos distintos y eso está bien.
Retumban los ecos del humo y pulmón.
Se pasan las drogas en la viveza actual.
Los signos perdidos por índices no perfeccionados.
Respirar recuerdos antes de tirarlos
al vacío de la expectación.
Hay pensamientos que se van
y se van como el viento de mañana,
frente a tu frente, mientras yo…
estoy en absurda conclusión.
De pensar en lo que fue,
lo que puedo ser también,
y no muero si no espero
aunque no lo logre entender.
¿Qué voy hacer ahora?
Si ya exploté.
Siguen pasando las horas,
me voy a enloquecer.
A enloquecer.
Me voy a enloquecer.





la última parte es de Cuarto noche, una hermosa canción que hizo el Mapache hace mucho tiempo atrás, de ahí también la chispa de esta poesía..

Popurrí: Amor

Somos piel

Reflejo en tus ojos, mis ojos, tu mirada.
Algo me produce hacer,
voy a mirarte y dejarnos ser.

Y en cada improvisada sensación
somos piel.

Reflejo en tus labios, mis labios, tus besos.
Algo me produce hacer,
voy a besarte y dejarnos ser.

Y en cada incompresible sensación
somos piel.

Reflejo en tu cuerpo, mi cuerpo, tus roces.
Algo me produce hacer,
voy a tocarte y dejarnos ser.

Y en cada acostumbrada sensación
somos piel.

Reflejo en tus suspiros, mis suspiros, tu fuego.
Algo me produce hacer,
voy a enredarme y dejarnos ser.

Y en cada elaborada sensación
somos piel.

Reflejo en tu piel, mi piel, tu amor.
Algo me produce hacer,
voy a chuparte y dejarnos ser.

Y en cada extraordinaria sensación
somos piel.

Tu olor

Tu olor trae aroma de ayer, de perdidas en besos, sabor a sabor.
Brazos enredados formando esos abrazos que se pierden en tu olor. 
Tu olor que es piel y respiración, tu olor que mira. 
Tu olor transforma cada sensación.
Mis manos, mis labios se guían en tu olor, mis ojos, la mirada. 
Tu olor que desespera cuando no está y en esta primavera ninguna flor lo da.
Tu olor hace lo singular en las distintas maneras de darte amor.
Tu olor me pierde haciendo imposible bajar, volar con tu olor.
Sentir tu olor. 
Tu olor es el color de este pensamiento. 

La poesía de un cagón

Puedo creerlo que no me mire.
No puedo creerlo que baile sola.
Es un puñal en la noche vagabunda,
perfume de carne en la bosta bien top.
Quiero saberlo tengo algún tiempo,
puedo practicar mentiras galanes.
Es natural en sus brillos se nota,
ese rojo de un fuego hiriente.
Me acerco y choco casi a propósito,
tengo sus roces por causalidad.
Espanta el miedo a la verdad,
el menos que resta sin saber nada mas.
Estando tan cerca la siento tan lejos,
ya se que el silencio nunca es victoria.
No creo que otorgue el que tanto se calla.
Son mil adjetivos que no salen en frases.

El campeón de San Valentín


Y ahí vas vos
Sin preocupaciones
Pensando en él
Dejándote llevar

Tirando las hojas del dolor
Primavera feliz
Día de los enamorados
Fechas de meses importantes

Pero a mi no importa
Por que soy feliz
A pesar de que perdí
Con el campeón de San Valentín

Una madruga sin amor
Solo pensando en vos
Cortando caminos del sufrir
Intentando sonreír

Quisiera ser ese campeón
Para tenerte siempre
Pero eso nunca será
Por que campeón hay uno solo

Los sentimientos

Ya no aguanto la respiración
en este jardín que te encontré.
Los días son años
y nosotros un mismo ser.

Hoy no vuelo por los aires
buscando nada a la deriva.
Piso fuerte sobre esta tierra
que tus besos hacen fértil.

No tengo miedo, no siento dolor
estoy entregado a tu transpiración.
Ya me enredo entre tus caricias
recorriendo con mi boca cada rincón.

Y cuando el silencio nos encuentre
desparramados en el colchón mojado
voy aprovechar para decirte
sencillas palabras de amor.

Palabras que el tiempo no quita
que no se borran.
Palabras que se hacen eternas
que no se olvidan.
Palabras que encienden un fuego
que no se apaga.
Palabras que ponen en actos
los sentimientos.
Palabras que no alcanzan en un "te amo"

"¿ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR?" de Charles Bukowski

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
ó clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
ó a tu novia ó a tu novio
ó a tus padres ó a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.


5 años del blog, toda una vida escribiendo...

Decálogo de la normalidad

El día que me vuelva normal llevaré paraguas los días de lluvia.
El día que me vuelva normal me acostaré a las once y media de la noche. Desayunaré café con leche con tres tostadas con mermelada, saludaré al portero y saldré a trabajar. 
Pensaré "que bello día".
Criticaré lo que todos critican y me gustará lo que a todos les gusta.Pasaré tardes enteras en el shopping, me preocuparé por el corte de moda. Mi objetivo será tener una casa y desperdiciaré todo mi dinero en ella
Me iré de vacaciones a la costa y traeré alfajores.
El día que me vuelva normal tendré un auto en el cual llevaré a mi familia a pasear. Querré una nena y un nene, un perro y una bella esposa que me espere con la comida hecha. Viviré en un barrio suburbano por su tranquilidad. Seré sonriente, con camisa a cuadros y raya al costado.
Tiraré petardos en año nuevo.
El día que me vuelva normal seré católico y de Boca Juniors.
El día que me vuelva normal invitaré a cenar los sábados a la familia que quiera mi esposa.
Me opondré a los vicios que hunden la moral y la autoestima del ser humano.
Criticaré al pobre y me sentiré feliz en mi hipocresía.

Finalmente, en el ocaso de mis días, dejaré a mi familia para consumir cocaína del pene de mi amante homosexual y, ya viejo, miraré al pasado sin nostalgia y moriré renegado, resentido y abandonado.






Junto a Thomás Gui, podés darte una vuelta por:
http://unhombreconfundido.blogspot.com.ar/


Cascarudos


Las almas están muertas y en el fondo hay un reloj,
que ya no anda más.
El tiempo se frenó cuando los cascarudos se cayeron del farol.
La noche esta empañada por suspiros frente al vidrio,
que marca la partida, que transpira el adiós.

Te dejo la sangre, de un poeta fracasado,
viviendo equivocado, luchando con las sombras
que vinieron a buscarme.
El aire esta podrido y maldigo a un amigo,
que nunca mas volvió, que nunca existió.

Existen esas nubes que anuncian un final,
con un fallido temporal
y algo de veneno en la cabeza
que me ayude a sobrevivir del recuerdo.
El corazón esta roto y ya no está en el pecho.

La densidad de no volverte a reír,
guardar en los cajones las balas que sobraron,
ruleta del azar, viejo llanto sin piedad.
La sangre del viejo ser que ya no está más.

Lo nuevo de mentiras, 
los cambios de ficticia soledad,
y será que la vida es más difícil 
cuando ya no queda nada de vos,
que mañana está el pasado 
y en el pasado está el amor.
Que los nombres están viejos, 
desprolijos como Rubén
Será que ahora sí ya te perdiste en el bar.

De repente se hace presente, los consejos tan latentes,
en mi mente se hacen fuerte, el olor a estar ausente
para la salvación de cada rincón de mis neuronas.
Y los clavos que me voy a sacar,
serán los abrazos que nunca te pude dar.

La gente que no avisa de los extraños a la deriva,
todavía sin dormir por que hace largo rato estoy con los ojos abiertos.
Solo espero estar frente al lago y pensar.
Pensar en Rubén.


Nos queda cielo

Nos queda cielo, somos barriletes a estas horas
y las veredas son de resaca.
A los que tenemos problemas de dormir.
Nos queda cielo.
Cuanta mañana desperdiciada,
pero el tiempo es más perdido por soñar.
Borrachos compañeros es temprano para nosotros.
Es tarde para el barrendero que no sabe esperar.
Nos queda cielo y un lugar privilegiado en el olvido.
Estamos solos o acompañados,
es que aún no lo sé.
No sabemos.
Solo queremos estar seguros
y luchamos ante la espera.
No cocines nunca para uno solo.
Y la tarde nos da la bienvenida,
que vas hacer, todo el cielo es para vos.
Nos queda cielo.

Gorrión

Me quedan las poesías, mi escape o la rutina preferida.
Sangra el pecho del gorrión, que esta inquieto
y me inspira libertad.
A borrar lo que fueron esas últimas horas,
estar desnudos en verano y abrazar el frío polar.
A lo mejor, lo peor es lo mejor,
esa explosión trajo palabras que voy a sepultar.
Me quedan tiempos,
la mentira de los reyes o el amor en el infierno.
Las hojas en blanco calmando el sudor del lapicero,
ya no tiemblo, te regalo una oración.
Me queda suerte, buena o mala no lo sé,
si la suerte es el destino de los caminos elegidos,
me despido y te compro otro adiós.
Todavía tengo sueño y me quedan otras historias,
hay mas vino en la memoria
y es el que no pude destapar.
Me quedan promesas que jamás voy a cumplir.
El antiguo es el nuevo que siempre algo enseñará.
Mirando esta iglesia me entretengo un rato,
el de la espera o el de la siesta,
el del viaje placentero.
Me quedan razones para seguir en la vigilia,
la del alma rota que castiga,
lo impensado llevado al acto.
Solo el sueño en su despedida
y los besos que mendiga.
Tengo una mañana mirando por la ventana,
entra el frío y me río, pensando en lo que queda,
de un cerebro hecho un desastre por tanta sangre derramada.

Leopoldo y su intento de volver a encontrar felicidad.


Leopoldo era vestido por su mamá y castigado por su padre. En esa niñez Leopoldo hacía lo que le pedían, una vez en el jardín sonrío y sintió una agradable sensación por todo su cuerpo, un momento de eternidad atrapado en un instante, Leopoldo había descubierto la felicidad. A lo largo de toda su vida intentará buscar esa felicidad que tanto placer le generó.
Leopoldo al igual que la mayoría de las personas fue bebe, niño, adolescente, adulto y viejo.  Había una cosa que llamaba la atención en él, su búsqueda de felicidad. Leopoldo hizo dibujo, fútbol, música, consiguió un grupo de amigos, unas novias, viajó, entre otras tantas fuentes de placer nunca pudo volver a sentir esa sensación que tuvo en el jardín.

Su vida fue estrictamente normal, con los traumas, precipicios y obstáculos también estrictamente normales. En definitiva, tuvo una vida creada como casi todos, por los otros. Lo curioso del caso es que Leopoldo el día de su velorio llevaba en su cara como estampa una sonrisa. Quienes lo conocíamos aseguramos que había encontrado su tan deseada felicidad. Leopoldo a los 54 años de edad se encierra definitivamente en su casa, saliendo muy pocas veces a la calle, se divorcia de su mujer, no ve nunca más a sus hijos y se compra con los ahorros de su vida (porque ahorraba como la mayoría de las personas) alrededor de 10980 libros de distintas formas y tamaños,  imágenes y temas, múltiples categorías y variadas entrevistas a grandes pensadores.

Cuando fui a cobrarle las sodas que consumió todo el mes de mayo me enteré por medio de una vecina, de esas que están todo el tiempo en la vereda y saben que pasa con solo observar, que Leopoldo María Martinez fue hallado muerto en su habitación, acostado en su cama con una sonrisa de oreja a oreja, rodeado de revistas y cintas pornográficas, empapado de lubricante, completamente desnudo a la edad de 70 años un 20 de mayo del año 1998.
Los primeros días creí que Leopoldo nunca se había masturbado y al hacerlo llegué a la conclusión de que había alcanzado su felicidad, jamás entendí por qué se encerró, por qué corto vínculo con la familia, por que tantos libros pero tampoco me preocupaba entenderlo, si me interesaba ese tema que tenía con la felicidad.
 Esta resolución me sonó convincente unos días pero mi interior decía que había algo más…
Luego de varias idas y vueltas decidí forzar la puerta de Leopoldo y revisar su casa. Fue así donde me topé con un diario de su pertenecía y transcribo aquí la última hoja:

…cosas como el dinero, popularidad o ser el centro de atención. Pero hay algo que nunca volví a encontrar desde que era muy pequeño. Aquel día en el jardín cuando la vi a ella algo atravesó todo mi ser, no sé qué fue porque yo que era muy pequeño, tampoco fue amor debido a la gran diferencia de edad. Tal vez su modo de ser, tal vez su belleza, su conexión directa con la infancia (me refiero a su pureza de alma, como si no hubiese sido nunca contaminada por la cultura o la “civilización”). Lo cierto es que me generó un sentimiento de completud, un “sentimiento oceánico” el cual nunca más volví a revivir. Lo curioso es que solo fue, en un principio, solo un contacto visual pero cuando ella estaba ahí junto a mí lo que pudo haber sido una sospecha se volvió realidad. Era como si un aura energética la envolviera y protegía de todo tipo de males.

Por eso estas últimas palabras son para vos… porque me pasé toda una vida buscando y construyendo cosas para revivir esa sensación: distracciones, tóxicos de todo tipo, amistad, lujuria, desenfreno, amor, familia, dinero, viajes… pero nada, nada llego siquiera a parecerse o alinearse en sintonía con lo que me pasó aquella mañana en el jardín. No concibo entender como tan vivida sensación y recuerdo permanece inalterable en mí hasta ahora, en estas últimas palabras y aliento de mi vida. Tal vez fue solo un micro delirio, tal vez una ilusión o un paso en falso de mi mente en aquel momento, tal vez fue real… tal vez. Pero si alguien se topa con esta breve nota algún día le aconsejo que si alguna vez se encuentran con un sentimiento similar, sabrán reconocerlo. Pero por sobre todas las cosas, no lo dejen ir, traten de retenerlo lo más posible o de buscar cómo generarlo o cuál es su fuente porque les aseguro que una vez que sintieron algo así el resto de su vida carecerá de sentido alguno y gran parte de lo que hagan tendrá como fin resucitar ese sentimiento de plenitud. Háganme caso, sé muy bien de que estoy hablando…”.

Escrito en colaboración con Lautaropocha. 

Macaya, Maracuyá, Maquilladores o la pregunta que no se esperaba esa repuesta.

¿Cuál es el punto donde frenar?
Las historias proclamadas de cobardes profetas, los cobardes que se borran cuando apenas se hace el día. Las pastillas de tu viaje y las que son de tu vieja. Los pozos rebajados con agua mineral. Son los duques de las calles los que asoman con los perros, son las manchas que no salen con sal. Son los indicadores de lo rojo que no es sangre pero es freno. Es el miedo el pensamiento sin razón.  Es la consecuencia del error pero errar esta muy bien. Las hojas que tapan el desagüe y el agua que sube. Algo anda raro, ademas de tu vida y los conceptos sociales, la ética solo salvo a la estructura de hacer todo bien. Ahora entiendo todas las preguntas, todas tienen contextos como el sentir, como la duda que invita a preguntar. Yo ya me fui, dejé los amigos que de niño conocí, lleve los recuerdos y dos o tres fotos.
El tiempo que avanza, los cuerpos estáticos, somos maquilladores en los velorios de las sonrisas, bajemos al parque, tirado bajo los arboles que ya me vieron más de una vez. Se van, algunos se van, es que siempre un ambiente confortable lleva a la autodestrucción. Y varios siguen creciendo en los inviernos de mil infiernos, en los veranos mutilados de la transpiración,  pasan mundiales, el mundo no es tan cruel Frank, encerrarse vagabundo, culpar a las señoras del paredón que rompen pelotas sin piedad, yo no soy D10S y sueño con jugar un mundial, seguir culpando, que la sigan chupando. 
Las puertas cerradas de gente que no se perdió, desapareció, el gatillo fácil que no se negocia, la gente esta enferma, estúpida, agónica, sin paz y no van a frenar. Sacarse los ojos, los ojos celestes, ponerse los rojos y golpear a los ciegos que no tienen lugar en su ideal, vamos a frenar.
Es un deseo, caminar y festejar, todos los días año nuevo y mirar para arriba. Son las luces que te dicen, que hay que esperar y dejar pasar el viento lastimoso de la soledad.
Y con compasión vas a frenar. 
En ustedes creo.