Conrazón

Estamos desconectados a la realidad, que es la verdadera libertad.
¿Qué es la verdadera libertad?
Perdidos en los enlaces del tiempo, del tiempo de hoy. No miramos al frente y el viento nos golpea de repente.
Buscando en lo virtual, en las pantallas del celular, el cristal se rompió y volvimos a ver el sol.
Caminamos y caminamos, llegamos a buen puerto.
Y no miento, no me mientas, yo te creo, estoy entero, estas despierta, es el tacto en lo profundo. Que está tan suave, que se siente, ¿qué se siente?  
Acariciando debajo de la piel esta el corazón, que con razón supera la mentira del razonamiento.
No pensemos más.
Acá estamos los dos y acá me quedo yo. Si es por vos que la tierra es fértil, es por vos que hoy respiro.
Estamos desconectados a la ficción, que es la mentira de verdad. La libertad.
Ya no busco, no me busques, nos encontramos y nos abrazamos en Chacarita.
Tantos años y no puedo acostumbrarme al tiempo, que se hace joven cada vez que me revuelco y vuelo en tu ser.


La necesidad de estar vestidos

Y la luz de la luna alrededor de las sombras, sobre el lago encantado, de los besos perdidos, la nostalgia tan joven, el futuro impensado de los enamorados de fuego, se pierden en cuadrados postales, en cicatrices de vino, en el vicio de turno y en las patadas a las piedras de la soledad.
Siempre buscando el momento, de domar el azar, de prenderse al tren del carnaval en enero y la llovizna que es suave pero empapa, te quiero y me pierdo, el frio polar en el verano de mierda, los corazones rotos de los pajeros que vuelven a golpear una puerta regalando mentiras que parecen verdades, son zapatos viejos que recién se lustraron y parecen nuevos.
Los amigos que se van y los nuevos que vienen, los traidores están muertos en el alma pero todos sin rencor, los favoritos nunca ganan, es el veneno que miente, esto está muy cortado, es la leche cortada, es la mala leche de siempre, la que asoma en la avaricia de los viejos dinosaurios, que tienen mucha tele y mucho oro.
Y el sol contagioso quemando el paraíso soñado, es la humedad siempre platense, aunque se pierde siempre y las risas estén vacías, es el signo que se enreda por la sociedad extraviada. Y te busco, te busco, de una forma espontánea, es el camino ganado, de los hermanos festejando los goles, los que se hacen y se erran, como se erran las miradas a la gente que nos odia de verdad.
Cuando las colas de chancho sean de burro, cuando los pájaros no se asomen más al ventanal, será posible que el tiempo desaparezca de los días, de los meses, de los años y podremos hablar de la libertad y la necesidad de estar vestidos.


Heces

En la ciudad de Paula Chave
los inodoros están mas altos que los culos.
Todos se reúnen en el mismo escritorio
y algunos se tragan la s.
En la ciudad de Paula Chave
no existen los Bioy o Casares,
no existen los Joyce y Eliot,
se juntan en la misma barra pidiéndose el mismo trago.
En la ciudad de Paula Chave
es más fácil reír que llorar.
Después de Binelli se van a dormir,
se limpian la boca con mierda de los demás.
En la ciudad de Paula Chave,
las nenas se llaman Paula,
los nenes se llaman Piter.
Son idolatrados por el círculo vicioso de chuparse una verga.
En la ciudad de Paula Chave,
se tragan las heces y también las escupen.



Del amigo viejo y peludo Oscar Ghozo

Hoy

Hoy no voy a escribir de las calles vacías, de las hojas que volaron, del fuego prendido que arde en las entrañas.
Hoy voy a dejar la poesía podrida, la que rebusca ilusiones, la que juega con palabras para perturbar el corazón.
Hoy no doy las señales de que estoy agobiado, que la vida es una puta con las piernas cerradas.
Hoy no voy a escribir nada que tenga que ver con ustedes, con los conflictos de la moral y los enredos del cerebro.
Hoy no voy a jugar con las rimas peligrosas, con lo que me callé en la vida cotidiana, con la exclamación que espanta más que una risa a la mañana.
Hoy no quiero decir lo que no se me va a entender, lo que desconocidos siempre van a juzgar.
Hoy no pienso salir de esta habitación, no quiero ver si todo esta bien.
Hoy no voy a escribir para que me comprendan.
Hoy me reviento contra el piso y saco los pensamientos gritando pero hoy no voy a escribir.

Un sueño no hecho realidad


Ceferino cerró los ojos. Ceferino se durmió en un largo y tendido sueño.
En el bosque armado de sol y hojas en el piso estaba Mercedes, acostada sobre una manta blanca con lineas rojas. La sonrisa rimaba con los rayos y su rostro se acercaba una y otra vez, riendo, hablando, haciendo morisquetas, poniéndose seria y reflexiva decía: Te amo. 
Los familiares se van, se rodean, acompañan, gritan y estallan. Los domingos bajo la parra que brindaba la mejor sombra del planeta, el olor a humo y el humo estampillándose contra los ladrillos de una parrilla mal hecha. Los nenes, chiquitos, radiantes, llenos de vida, trasmitiendo energía, buscando en los bolsillos monedas para comprar chupetines. Los viejos que si o si serán los mas sabios masticando los sabores amargos, dando consejos provisionales, festejando logros ajenos sintiéndolos propios, preocupados por el sudor del pasado y el descanso del futuro. Los hermanos que en alguna altura terminan siendo amigos. El sol y la lluvia en la disyuntiva de aniquilamiento siestero.
Mercedes en bata, en una mezcla de llanto y risa, el grito de un bebe ante la realidad de la vida, el abrazo completo hecho de tres seres humanos. Las alegrías simples, plasmadas en lo cotidiano, la continua preocupación por eliminar la falta, las sobremesas, las escapadas, los pelos que se escapan. Dibujos garabateados y la escritura de un: papá.
Las segundas oportunidades y la bifurcación del camino del amor, las discusiones mal hechas, el mas allá del amor, el compañerismo.
Ceferino giró hacia el costado que da a la pared. Ceferino siguió durmiendo.
Una mirada que esquiva el deseo. Las noches pensando en solitario, mirando la calle, las estrellas, sintiéndose chiquito ante la inmensa eternidad, buscando, encontrando. Los besos que desenlazan la pasión, las lenguas, las babas, el diablo, el azufre. Los infiernos explorados que esperaran el regreso, que marcan salvación temporaria. Un grito, la verdad, cuerpos desnudos, respirar.
Mercedes caminando sobre la vereda donde lo conoció, yendo a esperar el colectivo para irse a trabajar, mirando las persianas cerradas en verano, secándose la transpiración con el brazo, pensando, tomándose la panza, triste.  
Un partido de fútbol, las esperanza de millones, el corazón que late mas fuerte, el humor, el patriotismo, la mezcla incansable de prosperidad y deporte. Las corridas, los arranques de pelos, la prioridad de la final, los gritos a los cuatros vientos, los insultos.
Ceferino habló mientras dormía: Yo no lo sé.
Un pasillo hecho por arboles, una primavera adelantada, las arrugas de las manos, la tos, escuchar poco y nada, los dolores de los huesos, los ojos vidriosos.
Mercedes camina lento a la bomba de agua, ya le dio de comer a los perros, hablo con todos sus nietos y siguió sonriendo un buen rato sola cuando recordó como conoció al amor de su vida.
Se acostaron a dormir la siesta, se miraron desde el fondo de sus ojos y pensaron en los que les quedaba por hacer. Se dieron cuenta que su arma secreta era lo espontaneo, la confianza y la libertad. Se agarraron más fuerte, se apretaron y quedaron cara a cara, seguían sintiendo la misma sensación de siempre, sentían sus corazones como uno, respiraban al mismo ritmo, se seguían acariciando. Afirmaron que la perfeccion esta en la manera de ver las cosas y que ellos se amaron desde el momento que se cruzaron.
Ceferino se despertó con una sensación rara, sin saber si estaba en la realidad o seguía soñando. Ceferino se volvió a dormir.

Ceferino despertó a la mañana y ya no recordaría nunca lo que había soñado.
    

Millones de años luz es la velocidad del corazón

Las espinas de un santo vino a devorar las entrañas, buscando algo de paz, abrió las puertas del infierno. Perdiendo el viento en sus perversiones quiso aprender a hacer el mal y encontrando almas en el otoño dejó las preguntas sin respuestas. Cruzan las luces perdidas que se pierden en amaneceres. La voz te susurra al oído y otra vez estas perdido y confundido. Con el vacío en la panza, sangrando de tantos mareos, viene el santo dispuesto a cederte su lugar. Millones de años luz es la velocidad del  corazón. Esta vez el sacrificio tiene ganas de hacerse acto y quedarán los lamentos que nunca escuchó, que perdió la alegría por creer en el futuro,  las mentiras regaladas de los viejos optimistas, transformaron la pobreza en ficticia delincuencia. Esta él con cara de bueno, mirando arriba.
Mendigando las migas que su miedo transformó, indefenso se mutó en la simple marioneta del todopoderoso y aprendió a comprar el olvido de la noche, los lamentos a plena luz del día. Es algo que jamás va a terminar, si la duda universal siempre va a existir. Charles Darwin vos pasaste por acá, Victor Sueiro por donde andarás, es el santo en la mirada de la gente que no sabe a donde ir.


Noches enteras

Porque entre tanto desvelo de noches enteras
tal vez cuando duerma te pueda soñar,
es lo real tan lejos del amor
ya no te quiero buscar.

Porque entre tantas noches de vino perdido
es probable que te vuelva a pensar,
las miradas ausentes de cara en cara,
los abrazos latentes que van a esperar.

Porque entre tantas noches de recuperarte
nunca mis risas te van alcanzar,
el perfume se vuelca en las camperas
nunca se borra el suspiro sin fe.

Porque entre tantas noches de libros en vela
capaz que algún día crees,
que cuando me fui y nunca volví
y cuando volví ese soy yo.

Porque entre tantas noches “misterio”
de sueños borrados es probable volverte a ver.
El amigo fiel es un genio
que repite: “ya no es tiempo para correr”

Porque entre tantas noches que fuimos eternos
me queda el desvelo sin sed.
Los arboles viejos de este ventanal
repiten tu nombre en abril.

Porque entra tantas noches acostumbradas
nos hicimos esclavos
y así te vuelvo a encontrar.
El tiempo que pasa y el resto perplejo
tal vez no lo pueden creer.

Encima el árbitro sale corriendo como cuando un perro se manda una cagada.

Lápiz Japones. Lápiz Japones, lápi japones, lapi japone, lapi japone, la pijapone, la pija pone...

Árbol caído en otra estación

Soy el árbol que no se fijó en el otoño
el que cayó por raíces podridas
el que buscó los pájaros perdidos
en el ocaso anochecer de almas vendidas.

Soy el que sopló mas fuerte
el viento que arrasa la espera
que aviva las llamas doradas
del fuego encendido en el pecho del gorrión.

Voy más alto que las luces
que descubren enamorados serpientes
para mostrar el abrazo enredado
el aliento frío del invierno excitado.

El esqueleto al descubierto
por las hojas vencidas
quemadas por los rayos del sol
la corteza sangra en líquidos amarillentos.

Soy el árbol fácil de encontrar
de donde parten las obras maestras
las horas dibujan
el chubasco es el peor de los amigos.

Impuntual

El horizonte ausente de aquel barrio.
El banco que mojado nos espera.
La gente sonriendo a mis espaldas.
La promesa inocente de la tarde.
Mientras tanto te espero,
mirando a los chicos corriendo,
pregunto la hora a un anciano,
escucha mal y dice: hola.
El pasto verde en los culitos.
La duda en contraste con certezas.
La vida de los "sin vida" en mi vida.
La fuente con la mugre de los idiotas.
Mientras tanto te espero,
bajo el sol de la primavera puta,
buscando los motivos en las carteras,
sintiendo que este encuentro nunca llega.
El hombre vigilante con silbato.
La viejas que caminan mientras corren.
Los soretes de los perros ya están blancos.
Los relojes están todos de mi lado.
Y te espero pensando,
que hija de puta esta pareja sonriendo,
sin saber lo que le pasa a un esclavo,
que vive una soledad espantosa.
Ya es de noche y te espero,
ya nadie pasa y no sé la hora,
los caprichos de los forros colectivos,
mi cabeza que pregunta: ¿porqué no avisaste?


No me mates

No me mates más mi amor
no me digas que no.
Vamos a quedarnos los dos
mirando la televisión.

Yo que fui todo un amor
hoy no me digas que no.

Esta demás hablar por hablar
si todo para vos es no.
No voy a resucitar
si hoy me matas.

No me mates otra vez
no lo voy a soportar.
Me voy a reír con vos
hasta el amanecer.

Hay cosas que no se pueden decir
por eso te voy a escribir
unas palabras de amor.
No me digas que no, bombón.

No me mates más mi amor
que hay canciones para bailar
y hoy tengo un corazón
que te voy a regalar.

No me digas que no, ya no,
que me vas a matar
y toda esa oscuridad
va a volver por que no estás.

Baby Etchecopar

La nostalgia rebelde vuelve haciendo revoluciones. La vida sigue siendo injusta con Baby Etchecopar. Tomando un capuchino, extrañando a los malvones de la casa de mi abuela. Este año es imposible que el dolor nos derrote, si con tanta sangre derramada el corazón late en la frente. Esta la gente sonriendo sin enterarse lo que pasa. Ya pasaron las inundaciones, ya pasaron las frases optimistas. El amor hoy se sirve en copas de cristal rotas. Tu mirada es el norte y tu boca es una calma pasajera y contagiosa, las palabras van en fila. Vino el viejo con su barba a regalar algunas mentiras como siempre no le creímos y nos fuimos a la plaza cerca de mi casa. Zapatillas desgastadas del camino de la duda, la vida sigue pasando, entre todos nos matamos.Lo relevante no es lo importante, lo que importa son las construcciones de una historia sin final que escribiré contigo. Cuanto verde desperdiciado, cuanto cemento respiramos, en realidad perdemos de vista el significado de un abrazo, las palmadas de los amigos, el cuidado de los viejos. Pasa el hambre y la justicia. Los reclamos de ideales. Hoy camino distraído en las calles de La Plata, suerte hay para pocos, los demás dejamos culo, corazón y compasión. Con demagogia nos alejamos de los infiernos sepultados. La vida sigue injusta pero soy un gladiador entre tantos Julio Cesar, que se hacen un disfraz para disparar a los hijos de los 90 que vienen por nosotros y nosotros les tememos.

Todos perdemos

Los momentos se pierden, los amigos se pierden,
el amor también se pierde y se pierde la vida.
La paciencia se pierde, los mundiales se pierden,
el dolor también se pierde y se pierde la fe.
La alegría se pierde, también la brasilera,
la tristeza se pierde y se pierde uno mismo.
Los dientes se pierden, las mujeres se pierden,
el DNI se pierde y se pierde la identidad.
Los códigos se pierden, el chusmerío se pierde,
las promesas se pierden y se pierde creer.
Los niños se pierden, los aplausos se pierden,
el Barcelona también pierde y se pierde Wally.
Las adicciones se pierden, jugar se pierde,
las risas se pierden y se pierde el humor.
Los libros se pierden, los discos se pierden,
que palabra rara "pierden" y se pierde también.
Los borrachos se pierden, los remises se pierden,
las versiones se pierden y se pierde el disfraz.
Las tapas se pierden, las cartas se pierden,
las miradas se pierden y se pierden los ojos.
Todo se pierde, pocas cosas se transforman ,
Jorge Drexler se pierde y se pierde la canción.
Las llaves se pierden, los recuerdos se pierden,
los re locos se pierden y se pierde el papel.
Los buzos se pierden, las abuelas se pierden,
la plata se pierde y se pierden los ahorros.
Las costumbres se pierden, las manías se pierden,
el optimismo también se pierde y se pierden las esperanzas.
La memoria se pierde, el tiempo se pierde,
los consejos se pierden y se pierde cualquiera.


Chocolatín


Y los viejos con los diarios ya están presentes en la mañana que me encuentra tan ausente. Combatiendo con la cabeza que me pone muy borracho hasta mearme el pantalón. Yo pregunto y no disimulo si es mejor que me arme el corazón. Todo roto en tinieblas que el mismo culo me plantó. En las calles súper vacías no se alcanza a distinguir, las verdades tan reales que persiguen represiones tan enfermas.
Soy fiel a mis rumbos, a veces me derrumbo y otras sigo en pie. Cada tanto me acostumbro donde es difícil despegar. Miro la gente pasar, algo bueno tiene que pasar. Pienso en las noches consumidas en letras, me relajo en colchones blandos pero duros y la bicicleta que me invita a pasear. Respiro los arboles sobre el diagonal, esto es La Plata cada vez la quiero más.
Recuerdo aquellas perdidas de grandes amigos, capaz que me río si viene con yapa. Pienso en algunas vinerías latentes, se viene tu cara tan fresca y tan clara. Me pierdo en los tiempos pasados pisados, guarda con los pozos cubiertos de paja, las sombras gorilas golpean la plaza. Me fijo tan raro y no estoy asombrado, serán las arrugas o las canas que espantan. Será que se plantan tan viejas ideas. Será que estoy vivo porque vos latís como un chocolatín.

Un fernet con coca sin gas es poco sentimental

Otra vez lo entendí, va ser mejor así, vernos la espalda de lejos.
Recuerdo los años pasados sonriendo y no te voy a buscar.
Los sueños terminan con gritos en tu nombre y en el costado ya no estás.
Perderme en cigarros, la vieja costumbre de esperar la anticipación.
Dicen que los cazadores están durmiendo en la vieja estación.

Concuerdo en la brisa de las antiguas mañanas amenazadoras.
Solo mojan los cuellos doblados por mirar el mismo piso.
Ahora mejora el hipotálamo buscando lugar para el alma.
La sangre hipotecada de las rupturas bestiales.
Yo tenía un amor y no se podía creer.

A veces pregunto las cosas que vos preguntabas.
El egocentrismo jamás fue descentralizado.
Entonces cualquier tipo de pájaro supo volar con valor.
Menos hoy, después te espero cualquier mañana.
Quién lo sabe.

Todos los amigos son iguales,
todas las cocas son iguales.
Todos los amables son distintos,
todos los amores son distintos.
Todas las estrellas están lejos,
todos los orientales son iguales,
pero los filipinos son mexicanos.

Bienvenido Buenos Aires

Bienvenido Buenos Aires al mundo en mi cabeza,
bienvenido al cemento de los grandes monumentos.
Hola viejo, tanto tiempo en la memoria que jamás olvida.
Bienvenido a los olores de las flores clandestinas,
los colectivos que no pasan y acá no pasa nada.
Bienvenidas las personas amarillas y no son Simpsons,
¿Qué tal doctor? El único que acá come sano es Cormillot.
Bienvenidas las preguntas por las luces que me queman,
bienvenido a mis amigos en los viejos edificios.
Bienvenida sangre derramada en las sombras de avenidas,
turistas y las cámaras entusiasmadas a lo barato.
Bienvenido el sol reventándome la frente.
¡Adiós gente indiferente! No es normal tanta corriente.
Bienvenido Buenos Aires anhelado en viejos aires,
el total de las veredas hablan de nosotros dos.
Mirá la noche es buena en cualquier tipo de casa,
¡Qué fácil debe ser coger en Buenos Aires!
Bienvenida a las marionetas que se visten de naranja,
el control es parecido a vigilar y castigar.
Tanto tiempo, delincuentes en los noticieros,
es verdad que este miedo tiene algo comercial.
Cómo andas ola verde, dónde está el pasto.
Bienvenidas altas perdidas a plena luz del día.
¡Hola Día! El porcentaje ya no es ninguna regla.
La avaricia del cuidado es solo personal.
Bienvenidos extranjeros cuando es la fiesta en el hostel.
Las plazas son tan libres y los edificios montañas.
Bienvenida tía a mi guarida escondida,
esto es tan Buenos Aires como ves en las revistas.
Bienvenido a los famosos regalando alguna foto,
estoy contento, caminando, transpirando  y caminando.
Bienvenido estudiante a los caminos conflictivos,
bienvenido laburante a los horarios sin siesta.
Cuanta gente en la nada,
simplemente da la espalda
y los demás miran tan idos
como siempre ya no sangran.
Deben ser de acá.
Bienvenidas las preguntas sobre algunos puntos de encuentro
bienvenido el café, ojeras y camisa.
Bienvenido el tiempo perdido
que me aleja de los miedos
porque ya no soy de allá
pero soy un poco más de Buenos Aires.


A Francisco Quiroga...

Correr

Ya está salvo todo el concepto de quedarse quieto
mejor despierto, mejor me muero.
Hoy las palabras sobrepasan acciones
mejor disparo, mejor te mato.
Tantas noches en la manzana podrida
mejor deseo, mejor la como.
Se pierde el ánimo por tu titubeo
mejor correr, mejor te veo.
Suspenso en los "te pienso" de noches enteras
mejor caníbal, mejor me emborracho.
Vino tinto, seres distintos, encuentros infinitos
mejor bailamos así me entierro.
El tiempo que siempre soporta la eternidad
mejor fumamos, mejor tomamos.
Los recuerdos que se hacen locos
mejor que nunca, mejor ahora.
Esta sangre que no corre y no mancha
mejor sos vos, mejores que vos.
Tengo algo entre manos y no son planes
mejor cagamos, mejor es mierda.
Inspiradores de necesidades son tus pasos
mejor respiro, mejor te digo:
-Que la sombra que aventuraban los cuervos eran el velorio de un corazón perdido, que se fundió de tanto whisky y oro, sin tu consentimiento ya se esta pudriendo en el fondo del patio-

Peor nosotros, los otros.

A veces pasa, encerrarnos
por temerarios
o guerreros del encierro.
Mientras el mundo
está golpeado,
peor nosotros, los otros.

Duerme la suerte
sobre tu cama,
golpea el viento
las caras extrañas,
están perdidas,
peor nosotros, los otros.

Mira tu vida desconocida
por las pastillas,
son las mentiras que
atormentan el pensamiento.
Está siniestro,
peor nosotros, los otros.

Un Dios maligno
que es mi amigo
dice: "las ilusiones no tienen porvenir"

peor nosotros, los otros.