Los halcones católicos

No quiero ir a misa mama.
Este domingo quiero dormir
o quedarme a mirar los halcones galácticos.
Déjame elegir.
No quiero rezar.
Ni mirar viejas que se quieren morir en paz.
Hace frío y en la iglesia hace un poco más.
No quiero Dios, quiero Moustron y aprender con Niño de cobre.
Si querés andá vos, yo te espero con la comida.
No quiero arrodillarme como esclavo.
Ni cantar alabanzas a un ser que nació de una paloma y una mina virgen.
Y el tema de la virginidad lo voy resolviendo.
Voy entendiendo poco a poco el misterio.
No es necesario llevar el rosario.
No tengo fe, no voy a misa,
llévalo a Palito Ortega.
Quiero jugar con mis amiguitos,
ellos no rezan y juegan a la bolita.

Dios déjame en paz, déjame crecer sin conocerte,
no seas un dique que me limita.
No pongas mis reglas, no seas tan carcelario.
Después leeré Niztche y me contradeciré tranquilo, loco.
No voy a robar, tampoco matar.
Pero tampoco me voy al cielo.
Yo me quedo en la tierra que es un gran lugar para reir,
no sé qué es la resurrección,
yo soy la reencarnación de un vikingo barbudo.

No quiero ir a misa mamá.
Quiero faltar, no quiero ser monaguillo.
Quiero el family games.
Porque Jesús no entiende la infancia.
No se trata de ser bueno.
Se trata de jugar y jugar,
atrapando langostas,
armando chozitas,
tirando piedras,
riéndose de las viejas conchudas y pintarrajeadas
que andan cerca del cura
para que se le pare y se le para, se le para. 




¿Qué hay de nuevo Nico?


Casas en barrios muy caros, hay mucho TN, hay colores amarillos y letras en negro. Me siento un extraño, camino perdido buscando a Ernesto. Todos tranquilos, acá no pasa nada, ollas que suenan a minas de oro. Lanata en las fotos, sonriente hiriente, te manda saludos el gran Masetti. Esta gente son como caballos que solo miran al frente. Hay inocencia robada, hay soledad, hay mucha pero mucha mediocridad. 
Mates los domingos en casa, hay pocas facturas, hay libros perdidos, hay posters flasheros y cuadros poco convencionales. Gaspar jugando a la play, le tiro los centros y el hace goles. Todos contentos, acá ya no llueve, el sol que sale avisando sus rayos.  Los perros que ladran contentos a la camioneta recién encendida. Empalme es el Springfield de Argentina.  Hay chicos en cuero en pleno invierno, hay personajes fantásticos, hay mucha pero mucha espiritualidad. 
Asado en la parrilla de un amigo, hay vino divino, hay tabaco con vainilla, hay viajes eternos y caminos a la parra. Miremos otra vez el atardecer,  tal vez mañana el paredón es más alto. Todos borrachos, acá pasa de todo, el pan que se quema olvidado en el fuego. La vida es el puro cuento que algunos la usan para mentirse. Solo me falta andar en bicicleta. Hay casados sin hijos, hay hijos casados, hay sin hijos casados, hay hijos sin casados, hay atrapados en su propia ley. 
Pájaros en el árbol maldito, hay espinas en la corona, hay emociones estables teñidas con sangre y canas de viejo pero no vigilantes. Leonardo Favio es un puto genio, todo lo hizo, que gran humano.  Todos concentrados, acá se ven los pingos, se está por venir el mundial de fútbol.  Nunca va haber otro Maradona. El kun Agüero podría dejarse de hablar y venir a jugar a Independiente. Que equivocado estaba Borges, no sabía que pasión se perdía. Hay negocios en el medio, hay cuotas por pagarse, hay viejos programas como el de Alf, hay nuevos programas como el de Wilfred. 
Programa o serie como quieran llamarlos.