Las gaviotas que no van al mar


¿Cuánto tiempo pensaste en volver atrás? Las memorias que avanzan en la Catedral. Las preguntas que vuelven al plano de ayer, se divierten amigos que no existen más.  Te sacan de un segundo las imágenes perdidas, son los sueños que pisan la gran realidad. ¿Cuántas veces jugamos con esta ciudad? Los comienzos en vano por aguantar, las mesas servidas que no tienen piedad. Las personas me miran y hoy me ven bien, son extraños conserjes de la soledad. Juguetes de un falo que no quiere abandonar, reemplazan los dedos por la suciedad. El agua y la lluvia no tienen razón, si no es suicido habrá que pajearse. ¿Cuántas ovejas clonadas en esta revista? El papel se vuela y habrá que armar, los tragos se pasan ese amargar. Una historia triste que no tiene final, un muchacho que escribe para despertar. El fuego se enciende y habrá que fumar, las canciones que pasan con el piano de Mapa. ¿Qué miran las gaviotas que no van al mar? Ya me vuelo de nuevo en otra canción, los 70 se hicieron para crear. Las narices lloran pasado mañana, las comidas se hacen ausentes y nosotros presentes. Los viajes que abandonan, la nostalgia que avanza, las manos que tiemblan, las piernas se duermen. Esta lengua nunca se pudo callar. Los silencios que espantan al hombre diez, las bancas ausentes en la ebriedad. ¿Cuánto meses quedan para correr? Los peatones que corren en la diagonal, los kioscos cerrados por el calor. Lo que pasa siempre sin condición, son pesimismos de un raro que no usa sostén.